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Cuando llegué a mi casa esa noche, mientras que mi esposa me servía la cena, le agarré su mano y le dije, tengo algo que decirte. ella se sentó y comió callada. la observe y vi el dolor en sus ojos. de pronto no sabia como abrir mi boca. pero tenia que decirle lo que estaba pensando. "Quiero el divorcio". Ella no parecía estar disgustada por
mis palabras y me pregunto suavemente porque? me dijo; tu no eres un hombre!!!
Esa noche no hablamos, y ella lloraba. Yo sabía que ella quería saber que estaba pasando con nuestro matrimonio, pero no pude contestarle. Sucedió que ella había perdido mi corazón por otra mujer llamada Cristina. Ya yo no amaba a mi esposa, solamente le tenía lastima! con un gran sentido de culpabilidad, escribí un acuerdo de divorcio y en este acuerdo ella se quedaba con la casa, el auto y el 30% de nuestro negocio. Ella miró el acuerdo y lo rompió a pedazos!
Ella pasó diez años de su vida conmigo y éramos como extraños! Yo le tenía lastima, por todo su tiempo perdido, su energía pero ya no podía cambiar, yo amaba a Cristina. De pronto empezó a gritar y a llorar como para desahogarse. La idea del divorcio ahora era mas clara para mi.
El próximo día llegué a casa y la encontré escribiendo en la mesa. No cene y me fui a dormir, estaba muy cansado de haber pasado el día con Cristina. Cuando desperté, todavía estaba mi esposa escribiendo en la mesa. No me importó, me viré y seguí durmiendo. Por la mañana mi esposa me presento sus condiciones para el divorcio: No quería nada de mi, pero necesitaba un mes de aviso antes del divorcio. Me pedía en el divorcio que por un mes tendríamos que vivir como si nada y llevarnos normal. Su razón era simple,
nuestro hijo tenia todo ese mes exámenes y no quería molestarlo con nuestro matrimonio quebrantado. Yo estuve de acuerdo, pero ella tenía otra petición, que me acordara cuando yo la cargué a nuestro cuarto el día que nos casamos. Me pidió que por ese mes, todo los días la cargara del cuarto hasta la puerta de salida de la casa!
Pensé que se estaba volviendo loca pero para que la fiesta fuera en paz acepte. Le conté a Cristina lo que mi esposa me pidió y Cristina se reía en vos alta y dijo que era absurdo esa petición, que no importaba que truco usara mi esposa, tendría que darle la cara al divorcio..
Mi esposa y yo no teníamos contacto físico desde que expresé mis intensiones de divorcio, así que cuando la cargué el primer día hasta la puerta del frente, los dos nos sentimos mal. nuestro hijo caminaba detrás aplaudiéndonos y diciendo; papá esta cargando a mi mami en sus brazos. Sus palabras me dieron mucho dolor. Caminé los 10 metros con mi esposa en mis brazos. Ella cerró los ojos y me dijo en voz baja, no le digas a nuestro hijo del divorcio. Le señalé con la cabeza un poco disgustado, la baje cuando llegué a la puerta, se fue a esperar el transporte para ir al trabajo.
Yo maneje solo al trabajo. El segundo día, los dos estábamos mas relajados, ella se apoyo a mi pecho, pude sentir su fragancia de su blusa. Me di cuenta que hacia tiempo que no la miraba detenidamente. Me di cuenta que ya no era tan joven, tenia algunas arrugas, algunas canas! era notable el daño de nuestro matrimonio! por un momento pensé y me pregunte, que fue lo que le hice?
El cuarto día, la cargué, sentí que la intimidad estaba regresando entre ambos. Esta era la mujer que me dio 10 años de su vida. En el quinto y sexto día, seguía creciendo nuestra intimidad. No le dije nada a Cristina al respecto. Cada día era mas fácil cargar a mi esposa y el mes se iba pasando. Pensé que me estaba acostumbrando a cargarla y por eso era menos notable cargar el peso de su cuerpo.
Una mañana ella estaba mirando que ponerse, se había probado muchos vestidos pero no le servían! quejándose dijo; mis vestidos se han puesto grande! y fue ahí que me di cuenta que estaba muy delgada, y esa era la razón por cual yo no sentía su peso al cargarla. de pronto me di cuenta que le había enterrado mucho dolor y amargura. Sin darme cuenta le toque su cabello. Nuestro hijo entro al cuarto y dijo; papá llego el momento de que cargues a mama hasta la puerta.
Para mi hijo ver a su padre día tras día cargar a su mamá hasta la puerta, se había convertido en una parte esencial de su vida. mi esposa lo abrazó, yo giré mi cara sentí temor que cambiara mi forma de pensar sobre el divorcio. Ya cargar a mi esposa en mis brazos hasta la puerta, se sentía igual que el primer día de nuestra boda. Ella acariciaba mi cuello suavemente y natural. Yo la abrazaba fuertemente, igual que nuestra noche de bodas. la abrace y no me moví! pero la sentí tan livianita y delgada que me dio tristeza. El ultimo día igual la abracé y quería moverme, le dije, no me di cuenta que ya no teníamos intimidad, mi hijo estaba para la escuela. Manejé para la oficina,
Salí del coche sin cerrar la puerta, subí la escalera, Cristina me abrió la puerta, y le dije; discúlpame, lo siento, no quiero divorciarme de mi esposa. Cristina me miró , me preguntó si yo tenia fiebre? y yo le dije mi esposa y yo nos amamos, era que entramos en rutina y estábamos aburridos, no valoramos los detalles de nuestra vida desde que empecé a cargarla del cuarto a la puerta, me di cuenta que debo cargarla por el resto de nuestras vidas, hasta la muerte! Cristina empezó a llorar, me dio una bofetada y cerró la puerta. Baje las escaleras, me monte en el auto y llegue a la floristería y le compre flores a mi esposa,
La joven en la floristería me preguntó; que le escribo en la tarjeta? le dije que pusiera; Te cargaré todas las mañanas hasta que la muerte nos separe!!! Llegué a mi casa con flores en las manos y una sonrisa, corrí y subí las escaleras, cuando entré, encontré a mi esposa muerta!!!!
Mi esposa estaba batallando la enfermedad de cáncer y yo estaba tan ocupado con Cristina que no me di cuenta. Mi esposa sabía que se estaba muriendo y por eso me pidió un mes de aviso antes del divorcio, para que nuestro hijo no le quedara un mal recuerdo del divorcio, para que no tuviera una reacción negativa!!! por lo menos le quedaría a mi hijo, en sus ojos, que su padre era un esposo que amaba a su esposa.
Estos pequeños detalles es lo que importa en una relación, no la casa, el auto, el dinero en el banco. Crean un ambiente que crees te llevará a la felicidad, pero en realidad, no es así!!!!
Todas las historias de fracaso son iguales, se dan por vencidos cuando están al punto de entrar en éxito. no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos.
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Mis comentarios:
"Esta pequeña historia la encontré en la red, pero me pareció tan real y tan cotidiana que decidí acogerla en mi blog. Si alguno de mis apreciados lectores se encuentra en alguno de esos nublados momentos de su mente que ni siquiera le deja ver sus verdaderos motivos para apreciar la vida, le recomiendo detenerse un poco y mirar a su alrededor. Hablo en beneficio ajeno, pero creo que hace algún tiempo yo también estuve ciego "
-placentinö-
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Mis frases preferibles:
"Si äma® fuera fácil, qué poco valdría"
-No se en realidad quien es su autor, pero es con diferencia mi frase preferida-
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