Un maravilloso cuento budista.
El rey d Casi-Todo, como su nombre lo dice, tenía
casi todo. Tenía muchas tierras, cientos de ejércitos
y tenía muchísimo todo...ÉL quería ser dueño de
TODO!.
El rey quería todas las tierras, todos los ejércitos
y todo el oro que hubiera en el mundo. Entonces,
para eso ordenó a sus soldados que le consiguieran
todo. Así, fueron conquistadas más tierras, otros
ejércitos fueron dominados y, en sus cofres, ya
no cabía tanto oro. Quiso las flores, los frutos y
los pájaros; quiso las estrellas y el sol. Flores,
frutos y pájaros le fueron traídos; se capturaron las
estrellas, el sol también perdió su libertad en sus
dominios. Pero aunque tenía todo eso, el rey todavía
no tenía todo.Porque teniendo las flores, no podía
quitarles la belleza y el perfume; Teniendo los frutos,
no podía quitarles el sabor; Teniendo los pájaros no
podía quitarles el canto; Teniendo las estrellas y el
sol no podía quitarles la luz. El rey era aún el rey
de Casi-Todo y, por eso, se puso triste, muy triste.
Sus reinos eran ahora muy feos: no había flores ni
frutos, la noche no tenía estrellas, y el día no tenía
sol.
Entonces, el rey de Casi-Todo no quería nada más.
Devolvió las flores a los campos y dejó libre a los
pájaros; ordenó que se entregará las tierras conquistadas,
y mandó a que se distribuyeran las estrellas por el cielo
y que liberarán al sol.
Y así el rey fue feliz, porque no quiso conseguir cada
día más cosas y comenzó a valorar lo que tenía. Su
reino volvió a ser hermoso, increíblemente hermoso.
En su inmensa alegría, sintió mucha paz y gratitud.
Sintió que no era más el rey de Casi-Todo, porque
ahora SÍ lo tenía TODO !
Por: universodeluzyamor.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario