23 ago 2012

Contra el dolor, ejercicio físico


Una de las mejores formas de prevenir el dolor es tener un cuerpo fuerte y sano
La fortaleza de los músculos de la espalda favorece la adopción de una postura correcta, permite sostener mejor el cuerpo y hace más difícil sufrir una lesión. A través del ejercicio se puede combatir el dolor de manera eficaz y prevenir su aparición.
Foto: bellezadesalud.wordpress.com
El principal ejercicio que puede ayudar a prevenir dolor de espalda consiste en realizar estiramientos durante unos 15 minutos diarios entre 3 y 4 veces por semana y de manera rutinaria. Los estiramientos aumentan la elasticidad de los músculos de la espalda y del cuello y permite que reaccione mejor frente a movimientos torpes que puedan forzarla en exceso. Además, la amplitud de movimiento será mayor, por lo que adoptar posturas antinaturales no supondrán forzar la espalda o cuello y provocar la aparición de dolor.
Los ejercicios de estiramiento también pueden aliviar el dolor que se sufre en la espalda. Con los ejercicios, aumenta la temperatura de los músculos y éstos se relajan de forma que se logra aliviar el dolor. No obstante, si se padece dolor de cuello o espalda, es conveniente consultar previamente con un especialista los ejercicios más adecuados.
El estiramiento se debe realizar siempre de manera suave y nunca se deben forzar los músculos, que es precisamente lo que queremos evitar que nos ocurra, ya que un sobreesfuerzo puede derivar en dolor. Si no se está acostumbrado a la actividad física es probable que ésta cueste ligeramente más al inicio. Es por ello que se recomienda ir aumentando la cantidad de ejercicio conforme se progresa.
En muchas ocasiones se deja de hacer ejercicio por miedo a sufrir más dolor. En la mayoría de casos esto es un error, ya que el ejercicio, siempre que su médico no indique lo contrario, ayudará a superar el dolor y a prevenirlo en el futuro. Es por ello que es importante mantener la constancia al realizar ejercicios ya que los resultados beneficiosos son más visibles con el tiempo.
No obstante, si el ejercicio se convierte en origen directo de dolor o lo acrecienta, se debe cesar la actividad física. De igual modo, es conveniente para todo ejercicio si se comienzan a sentir náuseas o mareos, sentarse para reposar. Es muy importante no forzar la espalda con los ejercicios.


Combate el dolor en la piscina

El vox populi siempre ha aconsejado practicar la natación para corregir problemas de espalda. Son varias las ventajas que supone este deporte frente a otros y nos ayuda a mantener la espalda tonificada y a prueba de lesiones. Sin embargo, es importante saber que cualquier tipo de ejercicio no es válido.
La práctica de ejercicio en piscina posee beneficios para la columna. La densidad del agua nos permite flotar, lo que se traduce en una reducción del peso dentro de la piscina. De esta manera, la tensión que el peso de nuestro cuerpo ejerce sobre la columna se ve aliviada en el medio acuático y se suavizan los impactos de movimiento que debe absorber la columna vertebral.
Foto: dadaisforever.wordpress.com
La presión del agua posee otros aspectos favorables para combatir el dolor. Por un lado, el agua ejerce un efecto masaje sobre los músculos que favorece la circulación sanguínea y sanar lesiones. Además, la resistencia que ofrece el agua a nuestros movimientos supone un bonus para facilitar el mantenimiento y desarrollo de musculatura. Gracias a esta resistencia también se alivian los movimientos bruscos de manera que se puede evitar el dolor que produce un estiramiento excesivo de los músculos.
No todos los ejercicios de natación son adecuados para combatir el dolor de espalda. Los ejercicios más adecuados son los de crol y espalda, ya que en estos es en dónde podemos mantener la columna en una postura natural y sin forzarla. Estos ejercicios no sólo no fuerzan la espalda sino que  ayudan a corregir defectos de curvatura. Las personas que sufran de dolor de espalda o problema en la columna deben evitar ejercicios como nado a mariposa o braza. Es especialmente peligroso realizar mariposa ya que se trata de un ejercicio de natación que exige un especial esfuerzo de la espalda, lo que puede desencadenar dolor o agudizarlo. En cualquier caso, es importante consultar siempre a un especialista cuales son los ejercicios que podemos desarrollar para superar una lesión muscular.
Si se padece una lesión muscular y, especialmente, si se padece una lesión cervical, lo ideal es modificar ligeramente los ejercicios de nado de manera que exijan un menor movimiento cervical. Son bastante adecuados para personas que sufren dolor cervical los ejercicios de nado de espalda, ya que la carga de trabajo es pequeña en comparación con la carga de trabajo cervical de un ejercicio de crol.

Fuentes de Información: http://dolor.comocombatir.com

 -äma-

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