4 jun 2014

Como alargar la vida de tu coche

Foto: http://www.marcadecoche.com

En estos tiempos que corren, si queremos alargar al máximo la vida de nuestro vehículo, es necesario seguir unas sencillas recomendaciones. Para ello, debemos saber qué revisar y qué cambiar en el momento oportuno, además de atender a algunas claves de conducción.


¿Como cuidar de nuestro coche?
Podemos incidir sobre dos aspectos. Uno que podemos llamar pasivo, relativo al mantenimiento periódico del motor, llevando a cabo la sustitución de los elementos que sufren desgaste, como líquidos y filtros. Y un segundo aspecto, que podemos considerar activo y que se corresponde con la utilización del vehículo, las condiciones climáticas, etc.
Sobre la faceta pasiva, atiende a las necesidades que fija el fabricante para el mantenimiento, que debe efectuar un profesional con todas las garantías. Es necesario que periódicamente (por kilómetros o tiempo), se sustituyan el aceite del motor y los filtros de aceite, aire y combustible, además de líquidos como el anticongelante/refrigerante y el de frenos. Sobre el encendido, si el motor es de gasolina habrá que cambiar bujías; en los Diesel tocará algo similar con los calentadores, aunque cada más tiempo y kilometraje.

Foto: mascoche.net
Es importante sustituir, cuando llegue el momento indicado y en caso de montarla, la correa de distribución y sus periféricos (rodillos guía, tensores, correa de la bomba de agua si se acciona con la correa de distribución o por otra interna…), aparte de las correas auxiliares.
Además, debemos revisar los niveles de los líquidos: aceite, anticongelante/refrigerante, líquido de frenos, agua del limpiaparabrisas y servo-dirección, siempre en su nivel máximo sin excederse.
Sobre el mantenimiento activo, hay situaciones donde intervenir para que el motor sufra lo mínimo y rinda el máximo. El cuidado más importante se produce en el arranque: es el punto que ocasiona mayor desgaste, sobre todo con temperaturas bajas. Entonces, el aceite, acumulado en el cárter, la zona más baja del propulsor, requiere un instante para subir y engrasar la mecánica. Por ello hay que evitar acelerones e incluso tocar el pedal del acelerador al dar el contacto. Después, durante unos minutos, realizaremos una conducción tranquila hasta que el motor logre su temperatura idónea de funcionamiento, cuando el aceite se hace más fluido lubricándolo perfectamente. Si a un motor se le exige demasiado durante los primeros kilómetros, crece mucho el desgaste. Es conveniente dejar que el agua alcance una temperatura de 90 grados, para el aceite son unos 75 grados. El aceite motor es, precisamente, el que más tiempo tarda en calentarse, pero más o menos sucede a la par del liquido refrigerante. 



Como regla general, evita tramos cortos. El funcionamiento en frío aumenta el desgaste de las piezas e impide que el aceite se caliente.



Evitar que el pie izquierdo se quede demasiado tiempo en el pedal de embrague, se produce con ello un desgaste constante. Algo parecido ocurre cuando se engranan las marchas con torpeza y se ‘rasca’ el cambio. Si se juntan varios hábitos de este tipo es probable que el embrague no resista ni 15.000 km.



Hay que procurar que el uso que demos al vehículo sea variado. Algunos momentos, por condicionamientos de tráfico o de la carretera, será necesaria una conducción sosegada y tranquila. En otros, podremos ir de forma más «viva», llevando al motor a regímenes de revoluciones (sin excederse, claro) más elevados, siempre con una conducción segura.

Ojo, nuestra conducción influye de forma determinante en la vida del motor, por lo que debe ser la correcta para cada momento para que éste se muestre eficiente, tanto en funcionamiento como por consumo. No acelerar o frenar sin motivo, adaptar cada marcha del cambio a la velocidad, la carga las condiciones de la ruta y la climatología es decisivo. (El semáforo se pone en verde y el coche sale disparado hasta el próximo, donde clava los frenos. El que se acostumbra a este estilo de conducción desgasta mucho los frenos y la transmisión). En el caso de los frenos, si llega a rozar metal contra metal, puedes despedirte de los discos.

No siempre es cosa de economizar carburante: circular pensando en ahorrar puede ocasionar averías en elementos afines al motor, como el filtro de partículas o FAP en los Diesel, la válvula EGR de recirculación de gases en el escape, el turbo o en los medios de admisión y escape, que necesitan de diferentes regímenes de revoluciones para su buen hacer. Es decir, motor y componentes necesitan «estirar las piernas» para no volverse sedentarios.



Cuida los neumáticos. Los expertos hablan de la 'memoria de los neumáticos': si no se cuida la goma o la presión correcta, se producen daños inapreciables en la estructura de la rueda. Tarde o temprano los neumáticos se vuelven defectuosos. Debes también vigilar la presión. No es fácil detectar un neumático en mal estado mientras conduces. Incluso un conductor experto puede percatarse de que la goma ha perdido el dibujo cuando ya es demasiado tarde. Si la presión es baja, el neumático se calentará mucho en los tramos de autopista. ¡Las deformaciones en los flancos o la banda de rodadura suponen un enorme peligro!



Cuida el salpicadero. Para evitar el deterioro de gomas y plásticos del salpicadero, es conveniente cubrirlo para protegerlo del sol.

Rayos del sol, restos de insectos, excrementos de pájaros... Todo esto agrede a diario la pintura. Aplica una capa de cera para conseguir una mayor protección.


Conclusión

La forma más efectiva de evitar averías depende de ti, porque tú eres el que mejor conoce tu vehículo: atento a los sonidos o comportamientos extraños. Además de seguir estos consejos para alargar la vida de tu coche, reacciona rápido y te ahorrarás mucho dinero.




* * * 

Mis Remedios caseros: 


Foto: es.wikihow.com

¿Quieres evitar que el coche te de calambre al bajarte de él? 

Aquí tienes unos simples pasos para prevenirlo:
Se consciente de la ropa que llevas, pues el material sintético aumenta el riesgo de calambre.
Los zapatos también son importantes. Por ejemplo, es mucho más probable que sufras uno de estos episodios si usas zapatos de goma.
Cuando salgas del coche, agarra el marco de metal del coche unos segundos antes de pisar el suelo. La carga estática está equilibrada cuando estás sentado, y cuando te levantas la ropa no tiene la carga opuesta necesaria para aguantarlo. Teniendo la mano en el marco la carga se pasará más lentamente.
Abre la puerta mientras sigas sentado y pon la mano en la parte exterior del techo del coche antes de salir y luego pon los pies en el suelo. (con este remedio te bastará, créeme)
  • Agarra la llave y toca el marco de  metal según sales. Actúa como un conductor de corriente y produce la descarga sin producirte dolor.
  • Prueba a tocar la puerta con los nudillos. Los nudillos son menos sensibles y no te dolerá.
Mis frases preferibles: 


"Vale más saber alguna cosa de todo, que saberlo todo de una sola cosa".

                                                                                      -Blaise Pascal-

 ©Pläcentin☼ Es

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